La pandemia ha dificultado aún más el duelo, pero aún hay que atravesar este momento. Han surgido soluciones tecnológicas para unir a las personas en línea.

Pandemia

Actualmente vivimos en un tiempo totalmente improbable. Si hace dos años pudiéramos imaginar que pasaríamos por una pandemia tan implacable, ciertamente diríamos que esto sería imposible. Pero el hecho es que sucedió lo inimaginable y vimos que nuestra realidad cambió drásticamente, lo que nos llevó a reflexionar que realmente no tenemos control sobre absolutamente nada en nuestras vidas.

Adaptación

Ante esto, nos vimos obligados a cambiar nuestra forma de vida, desarrollando rutinas y estableciendo nuevos hábitos de estudio, trabajo, vida social, entre otros, para adaptarnos a esta nueva realidad que inesperadamente se nos vino encima. Uno de los temas más difíciles y reales que todavía tenemos que afrontar es la muerte, el momento de despedirnos de tantos seres queridos. Gente que amamos, y que tan rápida y abruptamente nos dejó. La realidad de tan inesperada pérdida nos tomó por sorpresa, llevándonos al otro lado de un tema tan difícil, que nos fue arrebatado: el derecho a llorar personalmente a nuestros seres queridos.

Importancia del duelo

La psicóloga Luciana Mazorra, en su artículo “Covid-19, aún sin velatorio presencial, se debe vivir el duelo” elogia la importancia de este momento: “La reducción o eliminación de los rituales de despedida, o funerales, tiene consecuencias para la proceso de preparación del duelo, así como la imposibilidad de despedirse del ser amado. Los rituales representan un espacio protegido y autorizado para la expresión del dolor, la posibilidad de recibir apoyo social, honrar al ser amado y tratar de dar sentido a la muerte. Otra complicación del duelo en este momento, por la cuarentena y el distanciamiento físico, es que los dolientes terminan recibiendo menos apoyo social, los contactos son menos frecuentes”. ¿Y ahora? ¿Qué se puede hacer para resolver esta necesidad tan importante y urgente?

Funerales en linea

Las despedidas virtuales surgieron en este escenario, en un principio, como un paliativo urgente y necesario, a través de videollamadas, plataformas virtuales, reuniones familiares post funeral, entre otras opciones, para que de alguna manera la familia no se sintiera sola e indefensa en tan delicada situación. y momento sensible. Es en este punto que quiero traer una reflexión, de la realidad que he vivido con mucha propiedad, en varias ceremonias conducidas por mí. Actualmente, la despedida online se ha convertido en un puente de amor y de vida, que alarga el camino y nos brinda palabras de consuelo y bienvenida, aunque sea virtualmente, y nos permite abrazar a familiares y amigos. Lo que nos hace partícipes de un momento tan sensible, y que de una u otra forma nos permite honrar a nuestro ser querido y sobre todo, nos hace exteriorizar la vida, en el ambiente de la muerte, y sí, repito, de manera virtual. Podríamos pensar: ¡Ay! ¡No es la misma cosa! La genuina tradición del velatorio presencial late con más fuerza, y es totalmente comprensible; pero ¿y la vida y el amor que están dentro de nosotros, sólo pueden exteriorizarse en persona, o esos sentimientos tan fuertes y verdaderos superan la barrera de la presencia? Nuestra mirada, nuestras palabras, el abrazo, incluso con la mirada, marcan la diferencia para la familia en duelo y la hacen sentir acogida, especialmente en este momento en el que el distanciamiento social es necesario.

Conexión

Y sobre todo, incluso virtualmente, podemos honrar, honrar con sensibilidad, el legado, la historia y la memoria del ser querido que se va. ¡Y todo eso ayuda en la elaboración del duelo familiar y los hace sentir abrazados y amados, transformando el momento de dolor en amor! Y finalmente, se eterniza un momento muy sensible, pero entiendo que con aceptación, amor, empatía, compasión, podemos transformar el momento de la muerte en vida, suavizando aún más el impacto negativo de no velar ni honrar a nuestros seres queridos. ¡Hoy, más que nunca, es momento de conectar puentes de amor y vida! ¡Vamos a pensarlo!   *¹ –  Extracto del artículo “Covid-19, aún sin velatorio presencial, se debe vivir el duelo”, atribuido a la  psicóloga Luciana Mazorra. Texto escrito por Stael Veiga

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